En El Museo Transformador reivindicamos un museo que dedica plenamente los recursos comunicativos del lenguaje museográfico a un propósito determinadamente educativo, con el fin de erigirse como un recurso formativo fundamental y decisivo a disposición de los ciudadanos.
1. El Museo Transformador identifica la «exposición» como su activo comunicativo nuclear y diferencial.
En este sentido, considera que la exposición es el producto propio de un lenguaje característico y particular: el lenguaje museográfico:
• El lenguaje museográfico es un lenguaje diferente, autónomo e independiente de otros lenguajes y tiene sus propios recursos comunicativos endémicos basados en el objeto y en el fenómeno tangibles. Se huye así de confundir una verdadera exposición (como producto natural del lenguaje museográfico), con una especie de «collage» más o menos resultón de productos de otros lenguajes enclavados en una sala, como resultado de un proyecto en el que la museología se ha confundido con el interiorismo, y la creatividad con las ocurrencias. Se acepta, por lo tanto, que los contenidos de una exposición precisarán de una traducción explícita al lenguaje museográfico, lo cual constituye una fase previa e imprescindible a las fases de diseño o de producción.
• El lenguaje museográfico es la base fundamental de un Museo Transformador. Las actividades que se realizan en el museo deben tenerlo en cuenta para no caer en la trampa de convertirse en divulgativas pero no museísticas, que pueden ser mejor objeto de otro tipo de establecimientos de alcance más local tales como los centros cívicos o culturales. Se acepta, pues, que profundizar en el desarrollo del lenguaje museográfico que le es propio, absorbe ya suficientes recursos de un museo.
• Mediante el uso del lenguaje museográfico, el Museo Transformador se asegura de estar ofreciendo una forma de comunicar diferente y no redundante a la que pueden ofrecer otros lenguajes, de modo que el relato que el museo comunica conforma una verdadera experiencia intelectual singular: la experiencia museográfica.
2. El Museo Transformador asume plenamente una función social educativa y trascendente para su comunidad…
… porque el conocimiento y el estímulo por el conocimiento en el marco de una exposición se producen en el contexto de la experiencia museográfica. Es una construcción intelectual personal pero también compartida con los compañeros de visita, con la conversación como proceso y producto de este fenómeno comunicacional. Todo ello se debe producir en un contexto sosegado y que ofrezca los ritmos y entornos adecuados para favorecer una experiencia formativa transformadora, que entiende el aprendizaje no como un proceso de transmisión de datos, sino como la creación de estímulos para la búsqueda, adquisición y generación compartida de conocimiento. En este sentido, el Museo Transformador es un museo que trabaja con las otras instituciones educativoculturales y muy especialmente la escuela y no para ella, pues museo y escuela tienen canales educativos diferentes aunque complementarios. El Museo Transformador, todo él, es un ente plena y profundamente educativo en todas sus facetas.
3. El Museo Transformador planifica estratégicamente.
La acción estratégica se considera una actividad más importante que la acción ejecutiva, a pesar de que exista una fuerte inclinación generalizada a desarrollar mucho más esta última, a veces en detrimento de la primera. Así, el Museo Transformador dispone de mecanismos de gestión estratégica regulares y estables (además de los mecanismos de gestión ejecutiva); unos mecanismos de gestión estratégica perfectamente orientados a los objetivos y misión del museo. Elabora planes estratégicos a años vista, aunque trabajando diariamente en su desarrollo e implementación. Unos mecanismos de gestión estratégica que enmarquen las labores de I+D+i museográfico y de evaluación del impacto social del museo; unos mecanismos de gestión estratégica que aseguren una evolución regular del museo y descartan la práctica de tener que abordar amplias revisiones bruscas y totales cada cierto tiempo.
4. El Museo Transformador evalúa sistemáticamente su impacto social.
La intención transformadora del museo está plasmada en unos objetivos bien definidos y asumibles relacionados con el impacto educativo que pretende, los cuales se evalúan sistemáticamente para saber si se consiguen o no, considerando este trabajo de evaluación museística como una parte necesariamente ligada a una planificación estratégica previa. Así, indicadores habitualmente medidos en los museos tales como el número de visitantes (el cual pondera hasta qué punto el museo atrae) o la satisfacción de la visita (el cual pondera hasta qué punto el museo gusta), son necesarios pero no suficientes. Para un Museo Transformador, la acción evaluativa aspira a conocer hasta qué punto transforma, ya que apuesta por la búsqueda sistemática de la excelencia. Rechaza el adanismo, la diletancia, el reduccionismo o la autocomplacencia, y se posiciona en el conocimiento de la profesión, la experiencia, la visión elevada y la autocrítica. El Museo Transformador no está interesado en ocurrencias vistosas en las salas, sino en soluciones museográficas meditadas y, ante todo, efectivas comunicacional y educativamente hablando.
5. El Museo Transformador es un museo transversal y ecléctico…
… porque permite hacer lecturas mixtas que incorporan a todas las disciplinas, reconociendo el conocimiento como un continuum universal que no puede parcelarse, a pesar de las necesidades administrativas de los planes de estudio. En este sentido, a partir de la temática propia, establece un diálogo íntimo y permanente entre iguales con las otras disciplinas que supera conceptos como la multi, pluri, inter o transdisciplinariedad.
6. El Museo Transformador es un museo inclusivo…
… que aspira a ostentar un verdadero liderazgo cultural en su comunidad incorporando a todos, y que para ello fomenta una fuerte complicidad social en base a una total transparencia en su gestión. Hace partícipes a todos los ciudadanos de cada uno de los elementos de su gestión y acción social y se compromete también en mantener siempre una perspectiva de género. El Museo Transformador no practica un márquetin que busque adaptarse a sus públicos para gustarles, sino que ejerce un liderazgo que los seduzca para transformarlos. De esta forma, el Museo Transformador aspira a ser para sus beneficiarios mucho más seductor que divertido, pues está mucho más interesado en meter museo en las personas que personas en el museo.
7. El Museo Transformador es un museo con un equipo humano profesional tan entusiasta y cohesionado como adecuadamente formado…
… pues aspira a contar en sus cuadros técnicos y directivos con una nueva generación de profesionales, por fin ya formados explícitamente en las diversas competencias específicas del sector museístico. Profesionales que entienden el museo contemporáneo como un medio de comunicación en todas sus vertientes: desde el desarrollo del lenguaje museográfico, la educación en los museos, la gestión y administración de museos o la planificación estratégica; hasta aspectos más específicos tales como la investigación y la historia de la ciencia, del arte, de la arqueología, etc. y la historia de los museos, la cultura material e inmaterial, la relación entre las diferentes materias y la sociedad, o el papel de las nuevas tecnologías en los museos.
8. El Museo Transformador es un museo que investiga sistemáticamente sobre las posibilidades comunicativas y de estímulo intelectual del lenguaje museográfico y su aplicación educativa (I+D+i museístico).
… a fin de desarrollar su servicio lo máximo posible en la medida de sus recursos, considerándolo así como el lenguaje autónomo y de pleno derecho que es. En este sentido, el Museo Transformador naturalmente desarrollará y empleará nuevas tecnologías, aunque relativas al lenguaje museográfico, no nuevas tecnologías pertenecientes a otros lenguajes (aunque —típicamente del mundo audiovisual digital— pueden ostentar un papel auxiliar en el ámbito de la exposición).
9. El museo transformador reivindica el término «museo» como palabra que puede recuperar su pleno significado original…
… referido a un entorno que posee un lenguaje singular (el lenguaje museográfico) y que está dedicado a la inspiración intelectual, evitando relegar esta extraordinariamente expresiva palabra (museo) sólo a describir espacios que exhiben una colección, y superando así el cierto desgaste que seguramente ha sufrido el significado de este brillante término con el tiempo. Es posible avanzar hacia un modelo panmuseístico que haga innecesario calificar con distintos apellidos a los museos (museo de ciencia, museo de arte, museo de historia…). El museo contemporáneo puede ser entendido, de este modo, como un espacio singular dedicado al conocimiento en sentido global, y que hace uso del lenguaje museográfico con inequívocos fines educativos. En el caso de cierto tipo de museos contemporáneos, este enfoque permitiría revisar algunas diferenciaciones que se han ido estableciendo en los últimos años y que son de facto inexistentes debido a que en última instancia responden con rigor al concepto básico de museo: centros de interpretación, espacios sensoriales, children museums, espacios de ciencia, science centers…
21 de Enero de 2020.
(Descargar el manifiesto en pdf)
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Pere Viladot, Marta Soler, Erik Stengler, Javier Hidalgo y Guillermo Fernández.
Ana Álvarez, Lola Álvarez-Rodríguez, Mònica Àlvarez, Javier Armentia, Miriam Atienza, Ruth Azcárate, Enrique Baquedano, Margarita Belinchón, Elena Boadas, Montse Boher, Imma Boj, Carmina Borbonet, Oriol Calvo, Ana Carro, Eusebi Casanelles, Alejandra Castellanos, Tonina Cerdà, Xevi Collell, Ana Correas, Àngela Cuenca, José María Cuenca, Macarena Cuenca, Jesús Antonio del Río, Albert Diaz, Pedro Díaz, Victoria Díaz, Domingo Escutia, Pere Equisoain, Santi Estopà, Maria Feliu, Susana Funes, Xosé Anton Fraga, Franck González, María Pilar G. Cuetos, Myriam G. Sanz, Manuel Gándara, Ana Grande, Andrea Granell, Santiago Grau, Jenaro Guisasola, Andrés Gutiérrez Usillos, Francisca Hernández, Iñaki Izarzugaza, Conchi Jiménez, Dani Jiménez, Raquel Jiménez, María José Rivas, Vanessa Lanas, Pilar López García-Gallo, Elena López Gil, Claudi Mans, Pep Marés, Carolina Martín, Cinta Mata, Mireia Mayolas, Oscar Menéndez, Helena Minuesa, Artur Moreno, Maite Morentín, Massimo Negri, Anna Omedes, Pepe Pardo, Maria Carmen Perea, Leticia P. Castellanos, Ernesto Páramo, Leticia Pardo, Maribel Parra, Neus Pavón, Jesús Pedro Lorente, Lluc Pejó, Eloísa Pérez Santos, Paco Pérez Valencia, Begoña Poza, Carme Prats, Guido Ramellini, Gerard Ramon, Àlex Rebollo, Carmen Sánchez Mora, Alejandro Sarmiento, Jordi Serrallonga, Mónica Solanas, Marisa Suárez, Joan Vicens
Aquí puedes leer las impresiones que nos han enviado algunas de estas personas.