¿Una exposición no debe ser estéticamente atractiva?
Aunque el diseño aporte importantes activos, la verdadera estética de una exposición radica en su capacidad ética y su eficacia comunicativa, y eso incluye diseño pero es un empeño más amplio que el diseño.
Por razones que seguramente tienen que ver con la influencia de las exposiciones artísticas, con frecuencia la concepcion de exposiciones de todo tipo se fundamenta prácticamente de forma exclusiva en criterios estéticos, quedando las consideraciones educativas en un plano secundario, cuando no dándose por supuestas. Esto es algo más sorprendente si cabe cuando sucede en los museos con intenciones divulgativas.
La calidad y relevancia de un pianista radica evidentemente en su capacidad como músico para comunicar con su instrumento, aunque sea bien cierto que el hecho de que ese pianista vaya impecablemente vestido y use un precioso piano Steinway, siempre será un plus añadido.
¿ Créeis pues que no hay espacio para los diseñadores, arquitectos o interioristas en la realización de exposiciones?
Por supuesto que lo hay. La exposicion incluye diseño, aunque es mucho más que diseño.
Creemos que durante demasiado tiempo se ha confundido con frecuencia museografía con interiorismo; se ha magnificado en exceso el papel y protagonismo del diseño, la arquitectura y el interiorismo en los proyectos museográficos y expositivos, y se ha reducido de forma dramática la exposición a un espacio físico para llenar en base a criterios sobre todo de tipo estético, cosa que a menudo ha dado resultados lamentables. Pensamos que antes de la fase de diseño, debe abordarse una fase de interpretación de los contenidos según el lenguaje museográfico, una fase que es básica y fundamental, y que dispone de sus propios profesionales especializados.
Proponemos un paralelismo a modo de ejemplo: a la hora de crear un buen restaurante es fundamental que haya en el equipo un diseñador que interprete el espacio, las características de interiorismo del comedor y otros aspectos importantes del restaurante como lugar habitable. No obstante, sería absurdo que ese diseñador entrase a desarrollar también las recetas o los platos que se servirán, pues para ello habrá en el proyecto un chef especializado. Pues bien; esta situación que parece cómica se ha dado y se da frecuentemente en las exposiciones y museos.